Para esa “Misión” D.Lisardo, el último día del Triduo a la Virgen Milagrosa en el mes de octubre, le dirigió un whatsapp al P.José Luis Castillo del Equipo Misionero Vicenciano de Evangelización (EMVE), formado por miembros de la Familia Vicenciana de España, según él mismo nos indico. Es un Padre Paul, con vinculo fraterno a la Hijas de la Caridad quienes han estado en Moixent desde 1894 a 1999 de modo que los Padres en el Triduo y las Hijas de la Caridad constituyen para Moixent una presencia y una voz de gran resonancia evangelizadora.
La pretensión de la “Misión” consiste en caminar “hacia una Parroquia Evangelizada y evangelizadora” y se planteaba como objetivo general: “avivar la experiencia de fe personal y comunitaria de la Parroquia, para salir al encuentro del hermano en clave evangelizadora”, según indican los documentos y materiales elaborados para la Misión.
En cada reunión vivían el interés por conocer la realidad de la Parroquia y manifestaron su asombro ante la riqueza de personas de variada edad incluso jóvenes en la parroquia de Moixent, y también manifestaron el propósito de animar y continuar en las tareas evangelizadoras, sembrando sin la impaciencia de recoger enseguida frutos apostólicos.
Los misioneros estuvieron también los días de la visita de la Virgen de los Desamparados el sábado y domingo participando en todos los actos.
El padre José Luis
Castillo fue substituido el jueves por el padre Juan Cruz que estuvo hasta el
domingo dia 16, junto con el hermano Francisco que vino el lunes dia 10, el
laico Ramón y las hijas de la Caridad Carmen e Isabel. Los misioneros según el Párroco indicaron
que la luz del Cristo del Perdón estuviera encendida mientras la Parroquia
estuviera abierta. Manifestaron su propósito y compromiso de volver más
adelante.
Para evangelizar
necesitamos primero acoger más profundamente el Evangelio. Parroquia evangelizada para evangelizar: y
nos vino muy bien a los grupos esos encuentros con los misioneros, animándonos,
suscitando los compromisos con la vida cristiana. Oír a otros cristianos, contar con nuevas presencias
nos hace bien para madurar en la vida y compromiso cristiano.