29 de julio de 2018

VIDA PARROQUIAL (73): ARTICULO DEL PÁRROCO DE MOIXENT, PUBLICADO EN EL LIBRO DE FIESTAS PATRONALES 2018

Nuestro calvario

D.Antonio Rafael González González
Párroco de San Pedro Apóstol de Moixent

Está la procesión de la “baixà” de la imagen del Santísimo Cristo del Monte Calvario, como primer acto de las fiestas Patronales que celebramos en el mes de agosto.  Suelen bajar la imagen los quintos de la Comisión, tarea en la que ponen un sincero y vivo interés.  Se enriquece la procesión con las dos Comisiones de fiestas, la del año anterior y la Comisión responsable de las fiestas que se van a celebrar.  Es una estampa hermosa de matrimonios, incluso de familias enteras, y de muchos jóvenes.  Acompañan algunas Autoridades y solemnizan los sones de “La Constancia”.  La “Pujà” del Santísimo Cristo que se realiza por la tarde en el sábado dedicado al Cristo,  resulta más bella, porque los miembros de la Comisión de fiestas van con los trajes tradicionales y modernos acordes con la elegancia propia del dia.  Recorremos todo el trayecto del Calvario en el que están las catorce estaciones del Vía Crucis, y que son elemento que califica y le da su esencia a ese lugar tan entrañable, al que llamamos Calvario.  Es una reproducción del camino que siguió Jesucristo cargado con la cruz en la ciudad de Jerusalén, y del lugar en el que sufrió la Pasión y la Crucifixión.  En el dia del Cristo celebramos con alegría y solemnidad las consecuencias gloriosas de ese acontecimiento tragico: con su muerte y resurrección Jesús nos ha salvado, por eso recorremos ese espacio con alegría y con agradecimiento por su manifestación de amor total hacia todos.  Es el mismo camino que  tantas generaciones han recorrido en Cuaresma y, sobretodo, en la Semana Santa, pero entonces tenemos en el centro de nuestra atención esos mismos hechos que protagonizó Jesús en su Pasión y Muerte.   En cuaresma y Semana Santa revivimos la cercanía a Jesús que nos ama, sufriendo por nosotros y aprendemos a confiarnos a Él en nuestro personal y  propio Vía Crucis, pues toda vida humana está transida de hechos y acontecimientos dolorosos, y sufrientes, y apoyados en Él los afrontamos con la confianza en su victoria total, que será también nuestra.
 
El Calvario,  o les “voltetes” como llamamos, son un espacio con significado y función religiosa, está ubicado en un entorno natural muy cercano a las casas del barrio de Santa Ana, y a la vez a los comienzos de la zona montañosa, su desnivel es considerable pero les “voltetes” facilitan la ascensión haciéndola cómoda.  Para quien tenga prisa y buena forma física sabemos que puede ascender hasta la Plaza de la Ermita por las escaleras que comienzan en la 1ª estación.  Al ser un espacio abierto al uso público, facilita el paseo y la recreación sosegada de quien lo visita.  Notamos que en el trayecto del Calvario han quedado los cipreses y algunas otras especies propias del contorno.   El pinar sigue presente en la zona más alta al margen del recorrido por donde transitan las personas.  Con el paso de los años los pinos que en exceso, llenaban el recorrido del Vía Crucis, crecieron de forma alarmante.  Las aguas y los vientos provocaron muchas caídas de árboles causando destrozos y poniendo en riesgo personas, construcciones e instalaciones (La 4ª estación fue destrozada por un pino el dia 14-1-2010 y no se pudo recuperar su aspecto tradicional).  Además de los cipreses conviven otros árboles para que el Calvario resulte poblado de vegetación, ofrezca sombras y retenga los terrenos, además de purificar el oxigeno que tanto nos beneficia.  Y en ello estamos.  Es evidente que ahora el espacio del calvario, resulta más abierto, con vistas panorámicas hacia la comarca muy relajantes.   Todo está más soleado y con el tiempo tendremos sombras abundantes pero sin los peligros y riesgos que presentaban el pinar, y sin que se impida la visibilidad que identifica al Calvario como tal.   Es un espacio para disfrutarlo, pero todos constatamos que algunos descuidan su buen estado de conservación,  y así notamos que se transita con animales que hacen sus necesidades con el abandono total de su responsabilidad por parte de sus dueños; o también otros que ignorando las papeleras van esparciendo botellas, envases, plásticos y otros, sin dejar de mencionar los actos vandálicos contra los signos religiosos como cada una de las estaciones, o la misma Ermita, o las dos fuentes. 

Junto al Calvario está la zona abierta donde está la imagen de la Virgen María en la gruta, en la que también se reúnen los fieles especialmente en el mes de octubre, para rezar y cantar a la Milagrosa.   Su entorno es precioso.  Desde allí se abraza Moixent con la mirada, se percibe al fondo la Cueva del Padre Moreno y la Torre Mora, las murallas del Castillo, la Iglesia Parroquial y el primoroso acueducto del molino.  Le habita el silencio y lo perfuman los aromas de la montaña.  También ahí estamos repoblando de arbolado, pero con especies del terreno y que no presenten los riesgos de los grandes pinos.  Son espacios religiosos y allí vivimos y celebramos la oración a María y a Jesucristo crucificado.  Son también espacios públicos, pero es clamorosa la exigencia de poner más cuidado en evitar todo aquello que lo ensucia, lo estropea y hiere la dignidad religiosa de ese lugar.  Confío en la buena voluntad y en la responsable dignidad de todos los mogentinos, para poner más cuidado y atención al visitar ese lugar, para disfrutarlo y facilitar a otros que lo disfruten en los mas optimas condiciones de limpieza y elegancia.  Todos nos felicitaremos de ello si esas actitudes valen para todo el año y que se reclaman con más fuerza ahora que vamos a celebrar las fiestas Patronales. 

Vos desitge de cor, uns bons dies de festes dedicades al Santíssim Crist del Mont Calvari i a les Santes Relíquies, compartits amb amics i familiars, que augmenten en tots l’amor a Moixent i a tot el que ho constitueix, incloent el seu primoros calvari.

Bones Festes!