D.ANTONIO RAFAEL GONZÁLEZ GONZÁLEZ
PARROCO DE
SAN PEDRO APÓSTOL DE MOIXENT
En el Aleluya Parroquial, nº 837, con fecha 18
de noviembre de 1956, el entonces Cura Párroco D.José Pellicer Valero, hace
mención del Rvdo.D.Vicente Morant Catalá, Cura Párroco que fue también de
Moixent y dice de él que “merece un recuerdo especial, nuestra más sincera
gratitud, por la actividad que desplegó y las muchas obras complementarias que
realizó”, de las cuales va dando cuenta en el mismo número del Aleluya. Quiero ahora transcribiros también estas
palabras: “El día 9 de septiembre de 1917, se inauguró la nueva capilla de la comunión edificada, a expensas de doña Victoria Liñana Sales. Fue bendecida por D.José Sebastiá, Cura
Arcipreste de Enguera, celebrándose con tal motivo una fiesta solemne en la que
ofició dicho Señor Arcipreste, presidió D.Francisco Madrid”.
Sigue
hablando del equipamiento de la Capilla y de las personas que colaboraron,
aunque no hace falta transcribirlo todo, sino quedarnos con ese hecho
importante, del 9 de septiembre de 1917,
pues nos damos cuenta que en este año, se cumple el 1er Centenario de la
Construcción y Bendición de dicha Capilla, y es una buena ocasión para dar
gracias a Dios y para rendir un sencillo homenaje de gratitud, a las personas
que la promovieron y sufragaron, a lo cual se refería D.José Pellicer, y que
para nosotros es una exigencia todavía más honda. Se trata de un legado muy valioso que nos han
entregado esas generaciones anteriores de cristianos y cristianas. En este caso de Dº Victoria Liñana Sales,
quien afrontó generosamente los gastos de la construcción y decoración mínima
de la Capilla, que seguimos disfrutando.
En ella celebraron muchas veces el entonces Párroco D.Vicente Morant y
los Vicarios D.Pedro Vicente Puig Alonso (Mártir), y D.Isidro Morant García a
quienes los más mayores recuerdan. Han
seguido celebrando los sucesivos párrocos y sacerdotes que han servido a la
Parroquia ejerciendo su ministerio, y seguimos celebrando allí la Misa y
rezando el Rosario muchos días.
Situada
cerca de la entrada de la Iglesia Parroquial, en su parte izquierda, alberga la
reserva del Santísimo Sacramento en el Sagrario, que es su función principal
pero no exclusiva. El Pan Consagrado sobrante
después de la comunión en la misa, se guarda en el sagrario, tabernáculo que en
su sencillez ha de contar con belleza y dignidad, por contener la presencia
real de Jesucristo en el Pan Consagrado.
Pero, además, la Iglesia siempre ha procurado que, el Sagrario quede a
la vista de los fieles, para que pueda recibir la Adoración y la Oración de los
fieles cristianos. Tiene cerca un cirio
siempre encendido, ofrenda de todos los fieles y señal que nos recuerda la
presencia de Jesucristo en el Sagrario.
Nuestra
Capilla, incluso arquitectónicamente, está construida con un aire circular,
para favorecer el recogimiento, el silencio, y la atención concentrada en la
presencia de Jesucristo. Está coronada
por una bella Cúpula que armoniza con la gran Cúpula de la nave central,
dotando de gran elegancia la parte exterior de nuestro Templo. Con el paso del tiempo se ha ido mejorando su
disposición, dotándola con un pavimento de madera para aliviar el frio y la
humedad. En ella se encuentran las
imágenes que procesionan como María al pie de la Cruz y San Pedro Apóstol. Vemos la imagen de San Francisco de Asís
(este año cumple 75 años) en un Altar lateral, y enfrente la pintura de San
Juan de Ribera en otro Altar y con sus respectivos Retablos. Otras imágenes y objetos litúrgicos la
adornan, favoreciendo un ambiente de religioso recogimiento y sosiego.
En estos
cien años que cumple como Capilla, ha recogido muchas oraciones y celebraciones
comunitarias de la fe, pero, sobre todo, muchos encuentros personales de
cristianos y cristianas que han buscado a Jesucristo en la intimidad que
favorece el lugar, intimidad que sigue invitándonos a adentrarnos también
nosotros en un encuentro personal con Jesucristo, quien fielmente nos espera
Este 1er
Centenario, coincide en su fecha 9 de septiembre, con el aniversario anual de
la Consagración de la Iglesia Parroquial (año 1989).
També les
festes Patronals que celebrarem ens oferixen l’oportunitat de viure junts, com
a comunitat de fe, un encontre amb Jesucrist, tant en les processons com en
l’Eucaristia. La seua imatge en la creu,
el Santíssim Crist del Mont Calvari, manifesta la totalitat del seu amor per la
salvació del mon. Invitant-nos a acollir el seu amor i a correspondre
volent. Testimonis excepcionals d’este
amor són els Sants i Màrtirs dels qui venerem les Relíquies, amor que els portà
a la total fidelitat a Jesucrist, coronada en molts d’ells i elles amb
l’entrega de la pròpia vida. Testimoni
excepcional d’eixe amor, ho sabem bé, és el Pare Moreno, qui per amor es va
consagrar a Jesucrist i al servici de l’Església, i en multitud de signes que
ens ha llegat, resplendix l’entranyable amor que sempre va professar a
Moixent. Testimonis de l’amor a
Jesucrist i a l’Església són tants cristians i cristianes de Moixent que han
viscut eixa entrega fidel i ens han llegat al llarg de les generacions, el gran
tresor de la fe i tantes altres realitats que fan posible la celebració i la
vivencia d’eixa fe. Per tots ells
preguem en el divendres dia del funeral de difunts, i enguany, en particular
pels qui van promoure i construir amb tant d’afecte i tant interés la Capella
del Santíssim Sagrament que complix 100 anys.
Ara és el nostre moment per a creure, per a estimar i per a treballar a
favor de la vida cristiana de Moixent.
Bones
Festes!