BREVE HISTORIA de las
Sagradas Reliquias que se veneran en la iglesia parroquial de San Pedro
apóstol; de la villa de Mogente
Después
de la ascensión
que
hizo Cristo en su poder
movió
tal persecución,
que
al sol hizo estremecer.
El
emperado Licinio,
Nerón,
Dacio y Domiciano,
furiosos
acometerieron,
perseguir
a los cristianos.
Fue
la lucha tan sanguienta
y
empeñada en tal denuedo
que
duró trescientos años
dando
mártires al cielo.
San
Estéban fue el primero
que
su sangre derramó,
y
su sangre derramó,
y
su sangre darremada
semilla
se convirtió
de
cristianos decididos
á
morir por el Señor.
Hombres,
mujeres y niños
á
tiranos desafian
por
conseguir el martirio
que
seguro le tendrían.
Ursula
y sus compañeras
fueron
presas en Colonia,
y
por no manchar su honor
sublimadas
á la gloria.
Del
número consagrado
de
todas estas doncellas
hay
dos cabezas tan bellas
que
adornan el relicario.
Engastadas
con primor
hay
dos costillas hermosas
y
otras reliquias preciosas
de
Usuardo emperador.
Restos
de San Sebastián,
Blas,
Alejandro y Vicente,
Modesto,
niño Inocente,
de
San Cosme y San Damian.
Hay
restos de Santa Clara
y
también de Fray Factor,
de
San Lorenzo de España
y
de Santiago el mayor.
De
Zenón y Santa Bárbara,
de
Aurelia y Antonino,
Ermete
y Apromiano,
Práxedes
y Saturnino
y
de Antonio Paduano.
De
Cristóbal el mayor,
Magdalena
y Crispiniano,
de
San Roque, confesor,
Teodosio
y Ermolao.
De
Catalina y Susana,
de
Cecilia y Apolonia,
de
Gertrudis y de Daria,
de
Agueda y Potenciana.
De
San Proto y Primitivo,
San
Anastasio y Crisanto,
de
Maria cabello y manto,
y
de Crispín, Jacinto y Mauro.
De
San Francisco el menor
otro
pedazo de manto,
y
siendo de igual valor
Otro
de San Lusitano.
Cuando
el siglo IV vino,
Á
toda la cristiandad,
el
emperador Constantino
ordeno
la libertad
y
abrazó el cristianismo.
En
el siglo decimó sexto
tomó
Cristóbal Moreno,
con
júbilo y alegría
hábito
de religioso
en
la ciudad de Gandía:
Por
negocios de importancia
la
comunidad lo envió a Roma
por
el talento que alcanza,
y
al punto el camino toma.
Al
regresar para España,
Sixto
V, un presente
regaló
para Mogente
restos
de tanto valor
y
Moreno, en gran fervor,
tomólos
en tanto afán,
en
alegría y contento
y
vino á depositarlos
en
su villa en el convento.
En
el siglo diez y nueve,
siglo
de la ilustración,
se
movio en toda España
una
gran revolución,
y
por estos movimientos
dieron
fin á los conventos,
y
á la iglesia trasladamos
en
solemne procesión
y
allí en fe las veneramos.
La
Divina Providencia
por
estas reliquias puras
nos
libre de calenturas,
hambre,
guerra y pestilencia,
también
pedimos clemencia
que
por vuestra intercesión,
el
Dios de los altos designios
mire
con ojos benignos
el
término de nuestra tierra,
que
nos libren del mildiu
odium
y la filoxera.
Que
nos dé sazonado el fruto
que
más abunda en esta tierra,
y
al honrado labrador
le
sean recompensadas
las
gotas de su sudor,
y
á los que os veneramos
que
tengamos el consuelo
y
logremos de aquél bien
de
juntarnos en el cielo
por
siempre sin fin. Amén.
Modesto
Hernandez (Imprenta Bellver Játiva)